El café fue descubierto en África del Norte, más exactamente en el área que hoy es conocida como Etiopía. Una leyenda popular hace referencia a un pastor de cabras llamado Kaldi, que observaba que sus cabras se comportaban inusualmente enérgicas luego de comer los frutos de un arbusto que había en la zona. Curioso acerca de éste fenómeno, Kaldi probó los frutos. Grande fue su sorpresa cuando descubrió que la ingesta del fruto renovaba su energía. La noticia sobre estos frutos cargados de energía rápidamente se difundió en la región.
Ciertos monjes oyeron sobre éstos sorprendentes frutos y las desecaron, para poder transportarlas hasta los monasterios más distantes. Reconstituyeron los frutos en agua, los comieron y bebieron el líquido con el propósito de proveer estimulación para lograr rezos más alertas.
Los granos de café fueron transportados de Etiopía a la península arábiga, más exactamente al actual territorio de Yemen, donde fueron cultivados. Desde allí, el café viajó a Turquía donde los granos de café fueron tostados por primera vez en la historia, sobre el fuego. Los granos tostados fueron molidos y luego hervidos en agua, creando una versión en bruto de la bebida que disfrutamos hoy en día.
El café llegó al continente Europeo a través de los mercaderes Venecianos. Una vez en Europa, ésta bebida sufrió ásperas críticas de parte de la iglesia católica. Mucha gente creyó que el Papa debía prohibir el consumo de café, y lo llamaban "La Bebida del Demonio". Para su sorpresa, el Papa que ya consumía café, bendijo el café declarándolo una bebida cristiana.
Las casas de café se hicieron muy populares en Europa, donde se transformaron en centros del intercambio intelectual. Muchas de las grandes mentes europeas consumían café, considerándolo un trampolín para elevar su creatividad y sus pensamientos.
Por el año 1700, el café encontró su camino hacia las Américas por medio de un capitán de infantería francés, quien cuidó una pequeña planta durante su largo viaje a lo largo del Atlántico. Esta planta, transplantada en la isla caribeña de Martinica, fue la predecesora de 19 millones de árboles en la isla en un período de 50 años. Desde éste humilde origen, el café encontró su camino al resto de los países tropicales de América Central y del Sur.
Más tarde, hacia 1822, tuvo sus origenes el café espresso, con la creación de la primera máquina de café espresso en Francia, pero fueron los italianos quienes perfeccionaron ésta máquina fabulosa y fueron los primeros en fabricarla.
Hoy en día, el café es una industria global gigante que emplea a más de 20 millones de personas. Este noble producto se ubica segundo (después de la industria del petróleo) en términos de dólares comercializados mundialmente.
Con más de 400 mil millones de tazas consumidas cada año, el café es la bebida más popular.